Recientemente hice un viaje al interior del País a visitar una
familia muy querida y estoy profundamente agradecida por lo bien que la pase y
por la revelación que me dejó esta experiencia.
Me encontraba muy conectada a la naturaleza y sentía muchísima
paz, cuando de pronto a través de una llamada y una foto, me enteré de cosas muy desagradables, de esas
que hacen doler el alma y que vivimos tratando de evitar.
A los días regresé a casa y me enteré de más asuntos desagradables
y terminé por confirmar una realidad que desde hace mucho tiempo intuía, pero
mi falta de certeza me hicieron negarlo por falta de pruebas.
Cuando la luz ilumina aquellos lugares ocultos permite ver la
basura que hay que limpiar …
Montada en una ola emocional comprendí que el viaje físico fue
solo parte del “VIAJE” hacia mi Ser Interior, al que fui empujada recientemente,
pero en esta ocasión me tocó explorar el lado oscuro, oculto, desconocido de mí
misma, ese donde hay también un montón de cosas reprimidas.
Aquí y ahora todo cuanto ocurre en mí vida me conduce a un
mensaje mucho más trascendental, por lo cual comencé a relacionar varias
situaciones y a investigar sobre algunos aspectos ya que siento que dentro de mi Ser algo se está destruyendo
y muriendo (esas creencias, imagen de mí misma, programas, patrones de conducta
limitantes, de los que no era consciente, los cuales he ido identificando a
través de las proyecciones de algunas personas con quienes me relaciono y las
situaciones dolorosas que me ha tocado vivir en estos días).
Alguna vez leí que las entidades que se fusionan dejan de
existir, mueren y se transforman en algo diferente, entonces agradezco esta destrucción que me permitirá
evolucionar a niveles superiores de conciencia.
Llegué a esos lugares más profundos de mí Ser, realizándome preguntas
que me condujeron a respuestas muy duras, dolorosas y me mostraron mis propias
miserias y la gran responsabilidad que tengo sobre todo lo que me ocurre.
El encuentro entre la luz y la oscuridad en la que me
encuentro, es una lucha arquetípica a la que hace referencia la psicología
moderna a través de Sigmund Freud (Sol en Tauro y Ascendente en Escorpio) y que
encontramos simbolizado en infinidad de cuentos, mitos y relatos como la lucha
entre el bien y el mal, el guerrero y el dragón.